Mucha gente piensa que la función principal de una alarma es pillar al ladrón infraganti y atraparlo. Por eso, la lógica les dice que lo mejor es esconder la alarma a los malhechores y su sonido les pille de sorpresa mientras cometen el acto delictivo. Parece lógico, sí, pero en realidad no lo es.
Salvo en algunos casos, la función principal de una alarma es evitar que nos roben y para ello lo mejor es que los delincuentes ni siquiera se acerquen a nuestra propiedad. Y para ello la solución más eficaz es mostrar claramente que dispones de un buen sistema de alarmas. Y es que está comprobado por diferentes estudios que un 99% de los ladrones evitan totalmente las casas o negocios protegidos por alarmas.
Aunque gracias a la alarma los malhechores no logren llevarse nada de valor de tu propiedad, la rotura de ventanas o la manipulación de una puerta siempre suponen un coste de tiempo y dinero para ti, además de un mal trago. Con una alarma visible, en cambio, los ladrones no se atreverán a acercarse y elegirán otro objetivo más sencillo.
En definitiva, lo lógico es mantener a los ladrones lejos de tu hogar o negocio porque de esta manera te evitas muchos problemas.
Las placas de alarmas
Pese a que hay muchas personas reacias a ponerlas, en esta tarea de disuasión las placas de de alarmas son muy eficaces. En los casos en los que alarma es muy pequeña o no está visible del todo, nosotros recomendamos colocarlas ya que estás placas son muy gráficas y los ladrones las evitarán a toda costa.
Respecto a las placas falsas, esas que simplemente buscan disuadir sin tener instalado un sistema de alarmas oficial pueden ser un arma de doble filo para ti porque enseguida los ladrones se darán cuenta de la trampa. Éstos utilizan ojeadores y a nada que realicen un pequeño seguimiento sabrán que no tienes instalado un sistema de alarmas pero que realmente sí estás preocupado por tus propiedades. No dudarán en entrar y coger todo aquello que tenga valor.
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