Todos tenemos la imagen en la cabeza del ladrón con pasamontañas, vestido negro y entrando por la ventana de la casa. Sin embargo, los robos actuales poco tienen que ver con este cliché más sacado de las películas que de la realidad. Ésto ha generado una serie de falsos mitos que es interesante que conozcáis.
Día vs Noche Cuando pensamos en un robo en una casa, siempre lo imaginamos de noche. Pensamos que lo lógico es aprovechar la oscuridad para cometer el robo sin ser visto. Sin embargo, no es así, la mayoría de robos se realizan a plena luz del día entre las 6 de la mañana y las 6 de la tarde. Y es que los amigos de lo ajeno prefieren actuar cuando tienen la convicción de que el domicilio está vacío. Por la noche la mayoría estamos durmiendo en el domicilio y un robo con personas dentro es más complicado.
Casas de ricos vs Casas humildes Muchas personas piensan que eso de las alarmas es cosa de los chalés de las familias adineradas y por eso no instalan ningún dispositivo seguridad en su domicilio. Los ladrones lo saben y se aprovechan de ello. Da igual el valor de los objetos que puedan encontrar dentro, a la hora de cometer un robo los ladrones buscan dos cosas: que sea fácil y evitar ser pillados. Por eso, los ladrones esquivan aquellos inmuebles en los que saben que hay sistemas de seguridad.
Días festivos vs Días Laborables Efectivamente la época vacacional, cuando los ladrones saben que nos vamos a ausentar del domicilio durante un período de tiempo determinado, es la más propicia para los robos. Por eso, hay que evitar dar demasiada información en redes sociales o utilizar trucos como los temporizadores de luz. Sin embargo, durante el año los robos son más comunes los días de labor que el fin de semana. Los ladrones saben que el sábado y domingo hay más probabilidades de que estemos en casa. Por eso, los ladrones aprovechan los días en los que tienen saben que estamos trabajando y no nos vamos a presentar en casa por sorpresa.
Puerta vs Ventana Una persona rompiendo o entrando por una ventana llamaría mucho la atención, algo que los ladrones evitan a toda costa. Por eso, la mayoría de los robos se realizan entrando por la puerta principal utilizando diferentes técnicas como el bumping o el impresioning. Gracias a ellos, en pocos segundos y sin llamar la atención los ladrones tienen vía libre a la vivienda.
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