Ahora que estamos en agosto y muchos de tus empleados estarán de vacaciones es un buen momento para modernizar y mejorar las instalaciones de tu empresa. Por ejemplo, instalando un control de acceso biométrico que permita a los empleados acceder a su puesto de trabajo mediante su huella dactilar. Os damos las claves de este sistema de seguridad con múltiples ventajas que quizás desconozcas.
La identificación biométrica es una técnica que se vale de las características físicas y comportamiento únicas de las personas para identificarlas. Aunque existen muchos tipos de escáneres biométricos como el iris o el habla, la más común y la que nosotros instalamos es la identificación por huella dactilar. Así, nuestro dispositivo biométrico escanea huellas dactilares y las compara con las huellas autorizadas en su base de datos. Si la huella escaneada coincide con alguna de ellas permite el acceso y, si no, lo deniega.
¿PARA QUÉ SIRVE?
La principal función de este sistema de seguridad es permitir la circulación de las personas autorizadas y evitar el acceso del personal no autorizado. Sin embargo, gracias a que estos dispositivos monitorizan la información de los accesos en tiempo real, también nos ayudan a llevar un control exhaustivo de las entradas y salidas de la instalación. Cuánta más información tengamos de las personas que acceden a la instalación nuestro entorno será más seguro y protegido.
VENTAJAS
– Comodidad. A diferencia de las llaves y tarjetas que se pueden perder, con la biometría el elemento que nos da acceso es una parte de nosotros mismos lo que hace totalmente imposible su extravío. Igualmente, al no haber contraseña no se pueden olvidar.
– Seguridad. El sistema biométrico elimina la posibilidad de que alguien robe o falsifique la tarjeta, llave o contraseña de la instalación y entre sin permiso. Además, como cualquier persona con acceso puede ser borrado en cuestión de segundos no hay peligro de que éste haya realizado un duplicado de la llave o tarjeta en cuestión.
– Control. Como hemos dicho anteriormente, los dispositivos biométricos monitorizan la información de los accesos en tiempo real. Gracias a ello resulta extremadamente sencillo saber quién hizo qué, dónde y cuándo. Incluso, para los empleados también es una ventaja ya que lo protege contra el robo de identidad mientras que una contraseña o tarjeta robada hace todo lo contrario.
– Rentabilidad. Un control de acceso biométrico tiene un coste de mantenimiento muy bajo porque no hay que renovarlo cada cierto tiempo por desperfectos o pérdidas. Además ayuda a aumentar la productividad de la empresa ya que evita las faltas de asistencia injustificadas.
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